La inversión de roles implica desarrollar una herida narcisística por la identificación con los padres que ya no están bien. Se genera una ofensa al yo al identificarme con alguien que está declinando.
Crisis edad media: enfrentar la posibilidad de ser superado por los hijos. Asusta por la “pérdida del rol”. También se sufre al saber que ya no son fuente de identificación de los hijos; ellos reconocen defectos y critican abiertamente. Lo más sano sería ser capaz de aceptar y sentirse gratificados por el proceso de autonomización de los hijos. Además, deben tolerar ser objeto de evaluación.
La pareja constituye una fuente de aceptación de los cambios corporales.
En el ámbito sexual: el juego de seducción es diferente, el coito también. Se generan procesos de adaptación, ajuste a cambios biológicos normales.
Dentro de la revisión de la crisis se concluye que la pareja comparte todo un pasado común que permite la proyección de la vejez en conjunto, lo que da tranquilidad a la pareja.
- Estos signos cambian la perspectiva del tiempo, aparece la conciencia de la muerte personal. Se genera una adaptación en la proyección de metas, haciendo un análisis de los proyectos pasados y futuros.
Se plantea el segundo proceso de individuación. Se aceptan mayores aspectos de la personalidad y, por otra parte, nos preparamos para la muerte.
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