lunes, 6 de diciembre de 2010

Introducciòn

  • Crisis experiencial: transición a adultez media.
  • Período de máximo rendimiento y productividad.
  • Con la experiencia se logra una mayor integración del conocimiento. La eficiencia se relaciona con la experiencia.
  • Cambios en diferentes ámbitos de la personalidad; estos cambios enfrentan a una crisis al final de la adultez media.
  • Se produce una reorganización o reestructuración de la identidad:
  • redefinición de la imagen corporal (rollos, canas, calvicie, etc.)

  • redefinición de las relaciones con los padres, los hijos y la pareja

  • evaluación de los planes que se proyectaron desde la adolescencia

  • reconocimiento de que queda poco por vivir, lo que genera cuestionamientos acerca de lo que se ha hecho y lo que queda por hacer
    • La fase anterior a la crisis es un período muy estable, existe una alto control de sí mismo, los impulsos no presionan por salir. Se debe lidiar con la sociedad y el mundo.
    • Integración de la personalidad: se es menos vulnerable a las presiones externas, se saben manejar mejor.
    • El logro de esta estabilidad, más los cambios físicos propios de esta etapa, generan una fase de introversión que se relaciona con el proceso de individuación (descrito por Jung). Al haber dominado las presiones externas se puede dedicar la energía al conocimiento de sí mismo.
    • Se espera que el adulto medio se conozca más, que el sí mismo se vuelva más auténtico, en el sentido de que se tiene una visión más realista de la vida. Se viven procesos de duelo (cómo era antes, cómo soy ahora, qué me queda por vivir). Las relaciones con el mundo externo se hacen más selectivas. Existe una mayor tolerancia a la frustración. Valoración más alta de la paciencia. Las funciones yoicas se vuelven más eficientes (se puede vivir estados emocionales sin desbordarse ni perjudicar a otros).
    • Los cambios ponen a prueba la madurez de la personalidad.
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